Viajar en Pareja – rompiendo el mito- los pro y contra
“He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a una persona que viajar con él” Mark Twain
Hace un par de meses que tenía este post en borrador y por una u otra razón nunca lo concluía, no sabía como cerrarlo. Las redes sociales, el mundo 2.0 y la época de la selfitis, no hace más que mostrarnos parejas felices en lugares idílicos, la mayoría del tiempo es así, se está muy feliz viajando y compartiendo con la persona que amas pero muchas otras veces la rutina de los viajes y el cansancio pegan y nosotros también nos queremos linchar y decir “¿Sabes qué? Nos vemos en dos días”. También está el bando de los que pregonan la felicidad de viajar en solitario y que eso no lo cambiarían por nada. Por eso más que “espicharles los globos” en eso de la felicidad compartida de viajar en pareja o de si es más divertido viajar solo o en pareja, quiero contarles mi experiencia de todo eso bonito y no tan bonito de pasar 24/7 con la persona que elegiste para compartir el viaje y la vida.
Primero lo no tan bonito:
- Aguas profundas: @CriniVE ama la aventura y la vida al aire libre y se quiere lanzar en cuanto charco encuentra, mientras que yo soy más calmada, me encanta la vida al aire libre pero no soy tan temeraria de irme a aguas profundas cada vez que encuentre la oportunidad. Hemos discutido un par de veces esto, el me presionaba bajo la premisa que al yo saber nadar no debería haber problemas, pero el ya entendió que tiene que dejarme ser y dejarme lanzar al agua cuando yo quiero.
- Dinero compartido: Cuando haces un viaje largo o corto, de pareja o de amigos, lo más básicos es hacer un pote de plata para los gastos. Siempre hacemos un pote y nos establecemos un tope máximo de gasto diario, pero cuando ya los fondos van bajando y eres como yo, una gordita de mente que no deja de pensar en comida rica puede ser un inconveniente; para evitar que eso pase, tenemos como premisa comer algo muy rico y que realmente lo estemos deseando una vez a la semana.
- Decisiones: Cuando se viaja, se tiene que estar tomando decisiones todo el tiempo, qué ruta agarrar, dónde quedarnos, hacer o no couchsurfing, ir allá o ir acá. Para esto la comunicación es vital, saber lo que el otro quiere, pero no dejarlo a la intuición y que el otro suponga (como lo hacemos muchas mujeres) sino hablar claramente. Por suerte, ambos somos bastante flexibles en lo que a dejar ser sorprendidos por las decisiones del otro.
- Paciencia. Si mi barriga está pidiendo comida, no soy gente; soy ansiosa por naturaleza y cuando tengo hambre puedo llegar a ser insoportable. Poco a poco he aprendido a manejar esa ansiedad y ese mal humor que me da cuando no como a tiempo, pero estoy segura que sino fuese porque @CriniVE es tan paciente, creo que hace rato ya hubiésemos explotado.
Ahora lo más bonito:
- Recuerdos. Me encanta, no, me fascina cuando contamos las historias juntos, de los sitios que hemos visto, de la gente que hemos conocido, de los caminos visitados, de los shows en los aeropuertos, de cuando decimos “somos Venezolanos” y todo el mundo tiene algo que opinar o que preguntar. Me encanta rememorar el viaje y volver a ser tan feliz. Todos nos dicen que tendremos muchas cosas que contar a nuestros hijos y a mi se me iluminan los ojos de emoción.
- Risas. Pocas cosas son tan sabrosas como reírse a carcajadas de las tonterías de la vida, sorprenderse con las locuras que uno se encuentra. Y una de las razones por las que me enamoré es porque @CriniVE me hace reír muchísimo, así que anoten ese consejo por ahí, enamoráte de alguien que te haga reír
- Conversaciones. Soy bastante habladora, curiosa y preguntona, @CriniVE no tanto, a veces creo que lo aburro con tanta chachara, pero me encanta que tengamos conversaciones largas y triviales o largas y profundas a la orilla del mar, mientras esperamos un bus, o vamos caminando por ahí.
- Compañía. Hay una máxima que me acompaña que dice “las penas pesan menos cuando se comparten” y cada vez que ocurre algo que no es tan agradable agradezco estar juntos, como la vez que metí el pie en una alcantarilla y casi me atropella un carro, o cuando @CriniVE se cayó en una moto en Bali, o la vez que lo picó un alacrán en Gili Meno, sin olvidar aquel día en que nos dimos cuenta que no teníamos nada de plata. Cada una de estas situaciones fue menos estresante simplemente por el hecho que estábamos el uno al lado del otro.
Sé que cada historia es distinta, a ver quién me cuenta su historia de viajar en pareja?
ps que chevere saber esos tips que aca das… tengo planeado empezar nuestra aventura mochilera con mi pareja.. por cierto? cual fue su primer destino para salir de venezuela? saludos desde caracas! .. por ahora.. y espero nos podamos encontrar en el camino!!! Exitos!!
Hola Sadday! Sorry por lo tarde, pero estábamos desconectados.
Nuestro primer destino fuera de Venezuela fue un tour Europeo que incluyó Francia (sólo París), España (Madrid, Barcelona, Mallorca), Italia (Roma, Venecia).
Seguro que si nos encontraremos por ahí, el mundo es una caraota??
Chicos, me reí mucho con este post porque me sentí super identificada, sobre todo con lo de tener que tomar decisiones todo el tiempo y aquello de no ser gente cuando hay hambre 😛 jajaja. Nosotros también decidimos abrir nuestro blog y así tener una bitácora personal y compartirla con quien quiera leerla. Se los dejo por si quieren echarle un vistazo 🙂 http://www.lamochilainfame.com
Saludos y que sigan los viajes!