Corazón contento en Chiang-Mai
A Chiang – Mai fuimos solamente por cultura culinaria, yo en lo personal disfruté con gusto el mero placer de cocinar y comer, combinar sabores, sentir olores, probar texturas, oler picante. Siempre comentamos que nos parece bien curioso como en Venezuela tenemos muchos de los ingredientes base de la cocina de Tailandia pero las gastronomías de cada país llegan a ser considerablemente distintas.
Me inscribí en uno de los tantos cursos de cocina que ofrecen en la ciudad, me buscaron en el hostal, dimos vueltas un rato mientras buscábamos a los otros turistas/curiosos/foodies con quienes compartiría la jornada, que empezó con una visita al mercado local, en donde nos mostraron y nos explicaron los diferentes ingredientes que usaríamos en la preparación de los platos.
La escuela era muy linda, un espacio limpio y con la amplitud suficiente para atender a todos los alumnos inscritos, la «teacher» era una tailandesa cool. Aprendí a preparar Pad Thai, Thai Soup, Mango Stickie Rice, leche de coco casera…
Cortar, oler, mezclar y probar ¿ya todos sabemos lo sexy que es cocinar cierto? Pues cocinar comida tailandesa supone puntos altos en esta escala. Si te gusta la cocina, o simplemente te gusta comer, no dudes en lanzarte a una de estas aventuras culinarias, para que te vayas con la barriga llena y el corazón bien contento.
PD: En Chiang-Mai @CriniVE se quitó las greñas que lo acompañaron por tantos años de la mano de @juuuuuuuun un estilista Japonés que viajaba por el mundo haciendo cortes de pelo. Crini tenía más de 10 años con el cabello largo y aunque en sus planes no estaba hacerse un corte, cuando nos topamos casualmente con Jun en un boulevard de Chiang Mai, sintió que era el momento oportuno para hacerse un cambio radical y además colaborar con el sueño de Jun.